jueves, 17 de marzo de 2011

CULTURA: "La reacción nipona frente a la catástrofe". El Mercurio, 17 de marzo de 2011.

La tranquilidad que muestran los japoneses tiene bases milenariasEl respeto hacia los otros, dar el máximo esfuerzo siempre y no temer a la adversidad les ayuda a enfrentar ésta y otras crisis.

B. Villa y Y. Kiessling
Las imágenes del terremoto y maremoto en Japón no sólo han llamado la atención por la magnitud del daño, sino también por el estoicismo que ha mostrado su pueblo luego de la tragedia.
A diferencia de Chile y otros países que han vivido catástrofes similares, los nipones han sido capaces de mantener la calma y sobreponerse al terror que vivieron.
Esta tranquilidad tiene su base en factores culturales y sociales que han determinado la idiosincrasia japonesa y que datan de hace más de dos mil años.
Son regidos por ciertos preceptos que les enseñan desde niños y que los obligan a comportarse de la manera correcta. Uno de ellos es el "Gaman", que tiene que ver con la capacidad de sobrellevar con paciencia y dignidad lo que parece insoportable.
Como complemento de lo anterior está el "Gambaru" o la necesidad de hacer el mejor esfuerzo. "Su sociedad se basa en esos dos conceptos, romper la adversidad y dar el mejor esfuerzo. Y esto se les enseña en todo contexto: escuela, trabajo, deportes, etc., y permea a toda la sociedad", explica Luis Díaz, presidente de la asociación de ex becarios en Japón.
Esto mismo también explica otra conducta de los nipones: pese a la magnitud del desastre, la pérdida de bienes materiales y la falta de alimentos, no se han producido robos ni saqueos. Un cuadro impensable en esta cultura, donde la empatía siempre estará por sobre cualquier necesidad, debido al gran respeto que sienten por el otro.
"El japonés le da un inmenso valor a lo comunitario, pero también un gigantesco respeto a la individualidad. Confían en que la ayuda va a llegar porque hay alguien que está trabajando para eso y no se va a olvidar de ellos", explica Sergio Carrasco, historiador de la Universidad de Chile.
Por este mismo respeto hacia el prójimo es que evitan llorar en público. Según la creencia japonesa, expresar sus sentimientos de dolor o llanto puede atraer energías negativas que van a afectar a sus cercanos y ofender a sus ancestros, en una cultura que es muy preocupada por la tradición.

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