La existencia de Elisa Montes se convierte en el trance degenerativo entre un origen lleno de importancia y riquezas, y un final inmerso en odio y olvido. Su constante búsqueda por regresar a los buenos tiempos de su vida la sumergen más y más en el extremo contrario, y su desprecio por los que la rodean y afán por enemistarlos entre sí, se vuelve finalmente en contra de ella misma. A pesar del interés por la reflexión sobre los absurdos e imponderables de la vida humana, no es de los cuentos que más me gustan del autor.
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