domingo, 23 de agosto de 2009

LECTURA: "La habitación cerrada" de Paul Auster

El protagonista está ligado estrechamente desde su infancia a un personaje desaparecido, llamado Fanshawe. A raíz de su desaparición, une su vida a la supuesta viuda, de la cual se enamora, y emprende la labor de rescatar y publicar la obra literaria de Fanshawe, y más tarde hasta de escribir su biografía. Como en los relatos anteriores, se da la persecución de alguien inaccesible y que con el tiempo se convierte en una terrible obsesión. Se encuentran presentes en esta historia elementos de los relatos anteriores, tales como el detective Quinn, Peter Stillman, y el cuaderno rojo. También la simbiosis y la competencia que se da entre el protagonista y su amigo Fanshawe, recuerda el relato de Edgar Allan Poe: "William Wilson". Junto con el primero de los relatos de este libro, son los más recomendables de los tres, a pesar de que la sobreabundancia de historias y datos en Auster me resultan a veces agobiantes y prescindibles.

miércoles, 5 de agosto de 2009

LECTURA: "Fantasmas", por Paul Auster

Con casi los mismos elementos de "La ciudad de cristal", Auster construye ahora una nueva historia: Un detective recibe el encargo de espiar la vida de un hombre, a cambio de un pago periódico, pero sin saber el motivo. Abandona su antigua vida, y comienza así una verdadera obsesión en torno a lo que el otro hace; sus hábitos, sus imaginaciones, sus temores, todo gira en torno a ese personaje. Incluso su propia identidad empieza a desdibujarse y a amalgamarse con la de otro. No me parece recomendable, mucho mejor es "La ciudad de cristal".

domingo, 2 de agosto de 2009

LECTURA: "La ciudad de cristal", por Paul Auster

Un libro dentro de otro libro. Así le gusta escribir a Paul Auster, dejándonos en medio de un juego de espejos que nos alucina, pero también a ratos nos confunde. Un hombre llamado Quinn ha perdido su vida anterior y comienza una nueva, cambiando su identidad por la de Paul Auster. Se le encarga investigar el inminente crimen contra un ser llamado Stillman, con quien su padre experimentó durante años, encerrándolo para aislarlo de las palabras y ver si innatamente daba con ellas. El proceso inverso es el que vivirá el protagonista, Quinn, quien al final del relato lo da todo por perdido y encerrándose en una habitación vacía, reduce su actividad a escribir en un cuaderno, hasta que las palabras acaben. El libro plantea entre sus temas el de la relatividad de los nombres y de las identidades. La narración de lo que a Quinn le sucede está en manos de un narrador sin nombre, y a su vez su narración en manos de Paul Auster, autor del libro. Este último, juega al mismo tiempo el papel de uno de los personajes, mencionando en su parlamento el dilema de la autoría; dilema que tanto explícita como implícitamente el libro contiene y propone. Muy recomendable.